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Descubierta en 1610 por Nicholas-Claude Fabri de Peiresc.
Situada a unos 1 600 (o quizás 1 500) años luz, la Nebulosa de Orión es un nebulosa difusa más del cielo, visible a simple vista, y digna de ser vista en telescopios de todo tamaño, desde los prismáticos más pequeños hasta los más grandes observatorios con base en Tierra y el Telescopio Espacial Hubble.
Es la porción principal de una nube mucho más grande de gas y polvo que se extiende por más de 10 grados cubriendo más de la mitad de la constelación de Orión. La extensión lineal de esta nube gigantesca es de varios centenares de años luz. Puede ser visualizada con fotografías de exposición larga (véase, por ejemplo, a Burnham) y contiene, además de la nebulosa de Orión cerca de su centro, los siguientes objetos, muchos de ellos famosos por sí mismos: el Rizo de Barnard, la región de la Nebulosa Cabeza de Caballo (que también contiene a Orión B o NGC 2024), y la nebulosa de reflexión alrededor de M78. Muy impresionante en las fotografías profundas en luz visible, la Nube de Orión es particularmente magnífica en la luz infrarroja.
En sí misma la Nebulosa de Orión es un objeto muy grande, extendiéndose por unos 66x60 minutos de arco, cubriendo así cuatro veces el área de la Luna llena. Esto corresponde a un diámetro lineal de unos 30 años luz.
También es uno de los objetos más brillantes del cielo profundo, bien visible a simple vista, de modo que el autor de este artículo se pregunta porqué su naturaleza nubosa no fue documentada aparentemente antes de 1610, cuando Nicholas-Claude Fabri de Peiresc (1580-1637), un abogado francés, dirigió su telescopio a esta región del cielo (aunque Tolomeo, así como más tarde Tycho Brahe y Johann Bayer habían catalogado las estrellas más brillantes dentro de ella como una sola estrella brillante -este último la catalogó como Theta Orionis- y Galileo había detectado un número de estrellas poco luminosas cuando observó esta región con su telescopio más temprano en 1610). Fue redescubierta independientemente en 1611 por el astrónomo jesuita Johann Baptist Cysatus (1588-1657) de Lucerna, quien la comparó con un cometa que había observado ese mismo año. El primer dibujo conocido de la nebulosa de Orión fue creado por Giovanni Batista Hodierna. Aparentemente, todos estos descubrimientos se perdieron por algún tiempo, de modo que finalmente fue Christian Huygens quien recibió principalmente el crédito de su redescubrimiento independiente en 1656, por ejemplo por Charles Messier cuando la agregó a su catálogo el 4 de marzo de 1679.
Como los dibujos de la Nebulosa de Orión que conocía representaban tan pobremente la impresión de Messier, creó un fino dibujo de este objeto, a los efectos de “ayudar a reconocerlo nuevamente, en la presunción de que este objeto no cambie con el tiempo (como afirma Messier en la introducción a su catálogo).
Desde entonces, este magnífico objeto continuó influenciando a los astrónomos. Fue la primera observación del cielo profundo realizada por William Herschel con un telescopio reflector de 6 pies construido por él mismo en 1774. En 1789, con algún toque profético, describió sus observaciones realizadas con su telescopio FL de 48 pulgadas de apertura y 40 pies, como 'una furiosa niebla sin formas, el material caótico de futuros soles'.
La naturaleza gaseosa de la Nebulosa de Orión fue revelada en 1865 por William Huggins con la ayuda de la espectroscopía. En setiembre 1880, M42 fue la primera nebulosa en ser fotografiada exitosamente, por Henry Draper.
La nebulosa, en su límite norte, está dividida por una llamativa faja oscura, bien visible en nuestra fotografía. Esta imagen fue obtenida por David Malin del Observatorio Anglo-Australiano.
La pequeña porción noreste fue reportada primeramente por de Mairan, y recibió de Charles Messier un número extra, M43. En el mismísimo vecindario, hacia el norte, encontramos también una nebulosa de reflexión menos luminosa, que refleja parcialmente la luz de la Gran Nebulosa. No resultaron notables para Charles Messier, pero más tarde las catalogó con los números NGC 1973-5-7. Aquí tenemos una colección de imágenes de M42, M43, y más imágenes de M42, M43 y NGC 1973-5-7.
En sí misma, M42 es aparentemente una nube muy turbulenta de gas y polvo, llena de detalles interesantes, que C. R. O’Dell compara con la rica topografía del Gran Cañón en la leyenda de su fotografía HST (Hubble Space Telescope = Telescopio Espacial Hubble). Los rasgos más notables obtuvieron nombres propios dados por varios observadores: la nebulosa oscura que forma la faja que separa a M43 de la nebulosa principal se extiende hasta bien adentro de la última, formando un rasgo al que comúnmente se le conoce como “la Boca del Pez”. Las regiones brillantes a ambos lados son llamadas “alas”, mientras que al final de la Boca del Pez hay un cúmulo de estrellas recientemente formadas, llamado “cúmulo del Trapecio”. La extensión de las alas hacia el este-sur (abajo a la izquierda en nuestra imagen) es llamada “la Espada”, la nebulosidad brillante debajo del Trapecio es “la Estocada” y la extensión menos luminosa se llama “la Vela”. Aquí tenemos una pequeña colección de imágenes de detalles de M42, incluyendo otra nomenclatura para la región más brillante de la nebulosa dada por otros observadores visuales históricos, así como un estudio fotográfico del .
El cúmulo del Trapecio se cuenta entre los más jóvenes de su clase conocidos, con nuevas estrellas que continúan formándose en esta región. El cúmulo fue inicialmente representado como una estrella triple antes de 1654, aparentemente por Hodierna , y descrito por primera vez por Christiaan Huygens en 1656 cuando redescubrió independientemente la Nebulosa de Orión. A menudo, estas tres primeras estrellas son etiquetadas como “A”, “B” y “C”. En esa época, fue aparentemente la segunda estrella múltiple reconocida (después de Mizar en Ursa Major, que había sido reconocida como una estrella doble telescópica en 1650). La cuarta estrella del Trapecio, “D”, fue hallada inicialmente por Abbe Jean Picard en 1673 (según de Mairan), e independientemente por Huygens en 1684. La quinta estrella del cúmulo, “E”, fue descubierta por Friedrich Georg Wilhelm Struve en 1826 con un telescopio refractor de 9,5 pulgadas en Dorpat; la sexta, “F”, por John Herschel el 13 de febrero de 1830; la séptima, “G”, por Alvan Clark en 1888 cuando probaba su refractor de 36 pulgadas en el Observatorio Lick, y la octava, “H”, por E. E. Barnard en 1888 con el mismo telescopio. Más tarde, Barnard descubrió que “H” era doble, con componentes de 16ª magnitud. Hoy en día sabemos que las estrellas “A” y “B” son ambas binarias eclipsantes del tipo Algol: “A” varía entre las magnitudes 6,73 y 7,53 con un período de 65,4325 días, mientras que “B” varía entre las magnitudes 7,95 y 8,52 en 6,4705 días.
La Nebulosa de Orión es uno de los más gratificantes y fáciles objetos para los fotógrafos aficionados.
Las últimas décadas de investigación sobre la Nebulosa de Orión han revelado que la nebulosa visible, M42, una ampolla de gas luminoso, foto-ionizado y caliente, alrededor de las calientes estrellas del Trapecio, es apenas una delgada capa sobre la superficie de una mucho más grande nube de materia más densa, la Nube Molecular de Orión (OMC 1 = Orion Molecular Cloud 1). Por casualidad vemos esta estructura casi de frente. La idea para este modelo proviene originalmente de Munch (1958) y Wurm (1961), y fue desarrollada totalmente por varios autores hacia 1973-1974 (Zuckerman –1973-; Balick et.al. –1974), apoyados prontamente por la evidencia, y todavía sigue siendo estudiada en detalle, por ejemplo O’Dell (2001) en una revisión reciente, y por referencias citadas al respecto. El VisLab del Centro de Supercomputación de San Diego (SDSC) ha creado una visualización tridimensional de la Nebulosa de Orión basada en este modelo.
La Nebulosa de Orión ha sido, ya desde épocas tempranas anteriores a su restauración, un blanco preferido para el Telescopio Espacial Hubble. Un gran descubrimiento fue el de los discos protoplanetarios, los así llamados “propílidos” (sistemas planetarios en formación) en estas imágenes del HST (estas imágenes fueron utilizadas para una simulación de la aproximación a una protoestrella (texto)). Unas imágenes de noviembre de 1995 del Hubble han revelado más detalles sobre el complicado proceso que está teniendo lugar en esta “fábrica estelar”. Las investigaciones del Hubble de enero de 1997 han mostrado interacciones interesantes entre las jóvenes estrellas del cúmulo del Trapecio con los discos protoplanetarios: su violenta radiación tiende a destruir los discos, de modo que las estrellas de poca masa que se forman aquí pierden el material necesario para formas sistemas planetarios.
Una excelente reseña de la astrofísica de la Nebulosa de Orión fue proporcionada en 2003 con la soberbia monografía de Charles Robert O’Dell, (O’Dell 2003) quien resume el conocimiento de esos momentos, incluyendo la investigación de HST.
La Nebulosa de Orión es muy fácil de encontrar, ya que rodea al cúmulo de Theta Orionis, visto a simple vista como la Espada de Orión. En condiciones bastante buenas, la nebulosa misma puede ser vislumbrada a simple vista como una tenue nebulosidad alrededor de esta estrella.
Resulta algo inusual que la Nebulosa de Orión haya encontrado su camino hacia la lista de Messier junto con los cúmulos de estrellas brillantes Praesepe M44 y las Pléyades M45; comúnmente, Charles Messier incluía únicamente los objetos más tenues que podían ser fácilmente confundidos con cometas. Pero en esa noche del 4 de marzo de 1769, determinó las posiciones de estos bien conocidos objetos, (para decirlo con las palabras de Owen Gingerich) “agregando evidentemente estos como “el azúcar de la torta” para llevar la lista hasta el número 45, para su primera publicación en las Memoires de l’Academie de 1771 (publicadas en 1774). Se puede especular la razón de haber preferido una lista de 45 entradas sobre una de 41; una razón posible es que deseara superar el catálogo de objetos australes de Lacaille de 1755, que tenía 42 entradas. Messier midió una posición extra para la más pequeña porción noreste, reportada previamente por de Mairan, la que por lo tanto tiene el número Messier extra de M43.
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